Si tienes una vivienda en propiedad y en su adquisición esta venía con una bañera instalada en un cuarto de baño, es muy probable que te hayas preguntado si cambiarla o no por un plato de ducha. Esta pregunta se ha vuelto muy frecuente en los últimos tiempos y es que los platos de ducha han visto incrementada su popularidad por su comodidad de uso y porque permiten aprovechar en mayor medida el espacio del baño.
En este artículo os hablaremos sobre las opciones que ofrece uno y otro con el fin de que podáis valorar cual os conviene más debido a vuestras necesidades particulares.
En primer lugar hablaremos de la bañera
En primer lugar hablaremos de la bañera, un producto que lleva años entre nosotros y que en su momento fue la única opción en cuanto a higiene personal se refería, con el paso del tiempo éstas empezaron a sufrir la competencia de otras variantes, pero lo cierto es que ofrece grandes ventajas como su comodidad para los baños, incluyendo en algunos casos diseños con bancos o asientos incorporados, a su vez son de gran utilidad para aquellos que tienen niños pequeños.
En este último caso especialmente, la bañera consigue gran ventaja debido a las diversión que ofrece a los pequeños, la comodidad de los padres para bañarles, entre otras. Por último, aspectos como la variedad de diseños, así como el bajo precio de los modelos más básicos, son puntos a favor de este producto, que como indicamos puede ir desde la más normal y corriente, hasta bañeras de dos personas con chorros de hidromasaje y luces incluidas.
Respecto al plato de ducha
Respecto al plato de ducha, sus principales ventajas son la comodidad con la que una persona puede ducharse y es que al estar prácticamente al nivel del suelo su entrada y salida se hace muy llanera y rápida, a su vez se eliminan peligros como los existentes en las bañeras sobre todo para aquellas persona con movilidad reducida, que el hecho de levantar las piernas para poder acceder a la cierta altura que tiene habitualmente las duchas, les hacen peligrar en más de una ocasión.
Por otro lado, las duchas suelen ser más amplias en cuanto a espacio de baño se refiere, y es que su plato es en un 95% utilizable para la ducha, con un pequeño % ocupado por el grosor de la mampara. Por último, y coincidiendo con las bañeras, su precio es un atractivo interesante y es que a diferencia de las primeras, los platos de ducha pueden ser de materiales variados como el acrílico, la madera, la fibra de vidrio, con los diferentes precios que ello conlleva.