Química del jabón
La saponificación es un proceso que implica la conversión de grasas, aceites o lípidos en jabón y alcohol por la acción de un álcali acuoso (por ejemplo, NaOH)[1][2] Los jabones son sales de ácidos grasos, que a su vez son ácidos carboxílicos con largas cadenas de carbono. Un jabón típico es el oleato de sodio.
Los aceites vegetales y las grasas animales son los materiales tradicionales que se saponifican. Estos materiales grasos, trímeros llamados triglicéridos, son mezclas derivadas de diversos ácidos grasos. Los triglicéridos pueden convertirse en jabón en un proceso de uno o dos pasos. En el proceso tradicional de un paso, el triglicérido se trata con una base fuerte (por ejemplo, lejía), que escinde el enlace éster, liberando sales de ácidos grasos (jabones) y glicerol. Este proceso es también el principal método industrial para producir glicerol. En algunos casos de fabricación de jabón, el glicerol se deja en el jabón. Si es necesario, el jabón puede precipitarse salándolo con cloruro de sodio.
La grasa de un cadáver se convierte en adipocera, a menudo llamada «cera de tumba». Este proceso es más frecuente cuando la cantidad de tejido graso es elevada y los agentes de descomposición están ausentes o sólo presentes de forma mínima.
Hacer jabón en caliente
La saponificación es un proceso que consiste en la conversión de grasas, aceites o lípidos en jabón y alcohol por la acción de un álcali acuoso (por ejemplo, NaOH)[1][2] Los jabones son sales de ácidos grasos, que a su vez son ácidos carboxílicos con largas cadenas de carbono. Un jabón típico es el oleato de sodio.
Los aceites vegetales y las grasas animales son los materiales tradicionales que se saponifican. Estos materiales grasos, trímeros llamados triglicéridos, son mezclas derivadas de diversos ácidos grasos. Los triglicéridos pueden convertirse en jabón en un proceso de uno o dos pasos. En el proceso tradicional de un paso, el triglicérido se trata con una base fuerte (por ejemplo, lejía), que escinde el enlace éster, liberando sales de ácidos grasos (jabones) y glicerol. Este proceso es también el principal método industrial para producir glicerol. En algunos casos de fabricación de jabón, el glicerol se deja en el jabón. Si es necesario, el jabón puede precipitarse salándolo con cloruro de sodio.
La grasa de un cadáver se convierte en adipocera, a menudo llamada «cera de tumba». Este proceso es más frecuente cuando la cantidad de tejido graso es elevada y los agentes de descomposición están ausentes o sólo presentes de forma mínima.
Saponificación
La saponificación es el núcleo de la fabricación de jabón. Es la reacción química en la que los componentes básicos de las grasas y los aceites (triglicéridos) reaccionan con la lejía para formar el jabón. La saponificación significa literalmente «convertir en jabón», de la raíz de la palabra sapo, que en latín significa jabón. Los productos de la reacción de saponificación son la glicerina y el jabón. Químicamente, el jabón es una sal de ácido graso.
La fabricación de jabón es un proceso sencillo, y es probable que ya tengas muchos de los ingredientes y herramientas en tu cocina. Sin embargo, requiere medidas cuidadosas, ya que se utilizan productos químicos, algunos de los cuales pueden ser peligrosos.
La saponificación es una reacción química exotérmica -lo que significa que desprende calor- que se produce cuando las grasas o aceites (ácidos grasos) entran en contacto con la lejía, una base. En esta reacción, las unidades de triglicéridos de las grasas reaccionan con hidróxido de sodio o hidróxido de potasio y se convierten en jabón y glicerol. En algunos tipos de jabón, se añade sal para precipitar el jabón sólido.
La saponificación suele tardar entre 24 y 48 horas en completarse una vez que se han mezclado la lejía y los aceites y se ha vertido el jabón crudo en el molde. Este proceso puede acelerarse añadiendo más calor o ralentizarse manteniendo el proceso en frío.
Laboratorio de saponificación
Los jabones y detergentes son esenciales para la salud personal y pública. Eliminan de forma segura los gérmenes, la suciedad y otros contaminantes y nos ayudan a mantenernos sanos y a hacer más agradable nuestro entorno. Los jabones se fabrican a partir de grasas y aceites o de sus ácidos grasos.
Los ácidos grasos no son más que ácidos carboxílicos formados por una larga cadena de hidrocarburos en un extremo y un grupo carboxilo (-COOH) en el otro. Generalmente se representan como RCOOH. Son un componente importante de plantas, animales y otros microorganismos. Se encuentran en varias partes del cuerpo, como las membranas celulares, el sistema nervioso y como surfactante pulmonar.
El glicerol tiene tres grupos funcionales de alcohol (grupo -OH) y los ácidos grasos tienen el grupo carboxilo (grupo -COOH). Dado que el glicerol tiene tres grupos -OH, tres ácidos grasos deben reaccionar con una molécula de glicerol para formar tres grupos funcionales éster y formar triésteres de glicerol o triglicéridos. Durante este proceso se eliminan tres moléculas de agua. Los tres ácidos grasos pueden ser idénticos o no.