Algunos estilos decorativos pueden reconocerse a simple vista. Éste es el caso del clásico, cuyos rasgos adquieren fuerza a través de candiles de cristal cortado, barandales de hierro forjado y bordados de seda con figuras geométricas.
El clásico encierra muchas épocas diferentes. Pero lo más representativo es el francés del siglo XV, el cual se caracteriza por su simetría y empleo de molduras y cornisas, así como por el uso de materiales naturales, entre los cuales destacan la madera, el mármol y el yeso.
Su trazo es conservador, sofisticado y elegante. Además permite explorar con estampados monocromáticos y rayados. Los muebles de líneas curvas y respaldos arqueados son elementos distintivos de esta corriente. Las sillas con hoja de oro y las mesas de cristal complementan el ambiente. El terciopelo, la seda y el algodón son ideales para vestir los muebles, pues son suaves al tacto y se combinan fácilmente.
Para crear una atmósfera clásica en un vestíbulo, coloca espejos con molduras doradas y jarrones de porcelana, incluso algunas antigüedades de los siglos XV y XVI pueden decorar las áreas. En el baño, instala lavabos redondos de vidrio. Las llaves de estilizadas líneas curvas y acabados de bronce acentúan el mobiliario.
Sellos distintivos del estilo clásico
- Pinturas de paisajes
- Plafones con bóvedas
- Pisos de mármol
- Aplicaciones de bronce