Qué podemos hacer con las botellas de plástico
Los plásticos son la forma más común de desechos marinos. Pueden proceder de diversas fuentes terrestres y oceánicas, entrar en el agua de muchas maneras y afectar al océano y a los Grandes Lagos. Una vez en el agua, los residuos plásticos nunca se biodegradan del todo. El texto amarillo del gráfico anterior muestra las fuentes de plástico que acaban en el océano. El texto naranja muestra las formas en que estos plásticos llegan al océano. El texto en rojo muestra ejemplos de los efectos nocivos de estos desechos. | Texto de la infografía
El plástico está en todas partes: En tu casa, en tu oficina, en tu colegio… y en el océano. Entre los 10 principales tipos de basura recogidos durante la Limpieza Internacional de Costas de 2017 había envoltorios de comida, botellas de bebidas, bolsas de supermercado, pajitas y envases de comida para llevar, todos ellos de plástico. ¿Cómo ha llegado todo esto hasta aquí? ¿Por qué es un problema? ¿Qué podemos hacer?
Aunque es difícil decir con exactitud la cantidad de plástico que hay en el océano, los científicos creen que en 2010 entraron en el océano unos 8 millones de toneladas métricas de plástico. Eso equivale al peso de casi 90 portaaviones, y el problema sigue creciendo.
Los residuos de plástico pueden reciclarse
Mientras se empapa de la relajante cadencia de las olas que rompen en la playa, nadie quiere pensar en cómo el océano se ha convertido básicamente en una sopa de basura. Pero la realidad es que hay millones de toneladas de residuos flotando en el mar: Hay millones de toneladas de residuos flotando en el agua, y la mayoría son plásticos.
Este bombardeo constante (el equivalente a 136.000 millones de jarras de leche al año, según un estudio publicado en la revista Science) supone un grave peligro para la vida marina. Los animales pueden enredarse en esta basura o ingerirla, ya sea porque la confunden con una presa o porque el agua del mar ha descompuesto el plástico en pequeñas partículas.
El plástico, por supuesto, es especialmente problemático porque no es biodegradable y, por tanto, permanece mucho más tiempo (hasta 1.000 años más) que otras formas de basura. Y no se trata sólo de que la gente tire su basura por la borda. Alrededor del 80% de los desechos marinos se originan en tierra, ya sea arrastrados desde la costa o llevados a los ríos desde las calles durante las lluvias fuertes a través de los desagües pluviales y los desbordamientos de las alcantarillas.
¿En qué se puede reciclar el plástico?
Hoy en día parece imposible librarse del plástico, pero aunque no podamos resolver el problema de la noche a la mañana, hay muchas maneras de ayudar a reducir los residuos de plástico en tu casa para empezar a tener un impacto positivo en nuestro medio ambiente.
¿Qué pasa con todo ese plástico cuando terminamos con él? Esperamos que se recicle, pero no todo se recicla. Sólo un 9% de todo el plástico que se produce se recicla, lo que significa que el resto se envía a los vertederos o termina como basura, que con demasiada frecuencia acaba en nuestros océanos.
Aunque sería maravilloso poder chasquear los dedos y solucionar el problema, no es tan sencillo. Lo que podemos controlar y cambiar en nuestros propios hogares es un primer paso que puede poner en marcha un cambio positivo en la forma de eliminar el plástico.
Los cambios radicales en el hogar pueden parecer abrumadores y a veces imposibles, por lo que siempre es bueno ir paso a paso. Cambia una cosa, y cuando te sientas cómodo, cambia otra. Ve avanzando en la lista a medida que se adapte a tu estilo de vida y a tu presupuesto.
Qué hacer con las bolsas de plástico
Los titulares de las noticias son sombríos. Un calderón macho muere en una playa tailandesa tras haberse tragado 80 bolsas de plástico; imágenes de tortugas atascadas en anillos de plástico de seis unidades; una triste foto de un diminuto caballito de mar aferrado a un auricular de plástico se hace viral. Los productos de plástico llegan a diario a las playas de todo el mundo, desde Indonesia hasta la costa de África occidental, y las vías fluviales de las ciudades están cada vez más obstruidas por los residuos de plástico.
Pero el mundo está tomando nota y los países, el sector privado y las comunidades están empezando a actuar. Desde las prohibiciones y los impuestos sobre diversos plásticos de un solo uso, pasando por las inversiones en la recogida de residuos y las políticas de reducción de envases de plástico, hasta la limpieza de playas. Estamos intentando acabar con la adicción a los plásticos y contribuir a una vida más sana y a un planeta más saludable.
Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en «Vencer la contaminación por plásticos». El Banco Mundial está contribuyendo a este esfuerzo, utilizando nuestro conjunto de instrumentos de préstamo y el diálogo político con países y ciudades clave para ayudar a identificar y financiar soluciones para abordar el problema de los plásticos marinos. Por ejemplo, el Banco Mundial es un inversor estratégico a largo plazo en la mejora de los sistemas municipales de gestión de residuos sólidos que, si no se gestionan correctamente, contribuyen en gran medida al problema de los plásticos oceánicos. Desde el año 2000, el Banco Mundial ha invertido más de 4.500 millones de dólares para ayudar a mejorar más de 300 programas de gestión de residuos sólidos con el fin de reducir las fugas de contaminación, incluidos los plásticos, en nuestro medio ambiente. El Banco también está estudiando el flujo de plásticos en el océano a través de una serie de análisis de puntos críticos de contaminación por plásticos para dar prioridad a las inversiones y buscar ganancias rápidas.