Precios de la chatarra en el Reino Unido
¿Qué es la chatarra? La chatarra es el exceso de material inutilizable que queda tras la fabricación de un producto. Esta cantidad residual tiene un valor mínimo y suele venderse por su contenido de material. Una empresa puede reducir la cantidad de chatarra que genera ejerciendo gran cuidado en la creación de equipos de producción, la compra de materias primas de calidad adecuada, y la formación de los empleados en el uso adecuado de los equipos de producción.Contabilidad de la chatarraCualquier ingreso obtenido por la venta de chatarra se compensa normalmente contra el costo de los bienes vendidos, reduciendo así el costo total de los bienes de la entidad que informa.Cursos relacionadosContabilidad de InventarioFundamentos de Contabilidad de Costos
Para qué se utiliza la chatarra
La chatarra es un término que se oye con frecuencia en la industria manufacturera. Empresas manufactureras de todas las formas y tamaños prestan mucha atención a su tasa de chatarra, ya que ésta afecta a sus beneficios. Entonces, ¿qué es la chatarra y cómo se utiliza en la industria manufacturera?
En el sentido más básico, la chatarra es el material desechado de un trabajo de fabricación. Si un fabricante de automóviles está fabricando un coche y le sobra acero después de terminar el coche, ese acero sobrante se considera chatarra. Es el material sobrante que no se necesita para fabricar el coche. Sin embargo, la chatarra también puede ser un lote completo de piezas que necesita ser reciclado.
La chatarra también puede consistir en materiales pequeños e insignificantes, suponiendo que esos materiales sobren y no se necesiten. Las virutas de metal, por ejemplo, se consideran chatarra. Un par de virutas de metal no van a suponer una carga financiera para su negocio. Sin embargo, con el tiempo, esas virutas pueden acumularse y costar mucho dinero a su empresa.
Un alto índice de chatarra puede afectar negativamente a las empresas de fabricación de varias maneras. Para empezar, cuesta dinero comprar los materiales de desecho, dinero que no se recupera en la fabricación y/o venta del producto. Además, las empresas deben dedicar más tiempo, trabajo y energía a la gestión de la chatarra. Ya sea que la empresa planee reutilizar los materiales sobrantes, venderlos, reciclarlos, etc., todas estas tareas son laboriosas y consumen mucho tiempo.
Reciclaje de metales
La chatarra procede del material desechado que aún tiene valor monetario y puede ser reciclado. La chatarra obsoleta procede de productos usados al final de su vida útil, mientras que la chatarra pronta, primera o nueva se genera en el proceso de fabricación a partir de formas como recortes y virutas de metal.
El reciclaje de la chatarra implica la recuperación y el procesamiento de la chatarra procedente de la fabricación o el consumo de productos que puede reintroducirse como materia prima en la producción de nuevos bienes. A menudo, el reciclaje de la chatarra requiere menos recursos que el uso de materiales vírgenes. Es importante para desviar los materiales metálicos reciclables de los vertederos, lo que a su vez constituye una estrategia más eficiente y con menos emisiones. El reciclaje de chatarra suele incluir dos categorías principales: Los metales ferrosos contienen cierta cantidad de hierro, mientras que la chatarra no ferrosa incluye metales como el aluminio, el cobre, el plomo y otros. Por ejemplo, la chatarra de cobre se utiliza en fundiciones y refinerías para producir cobre refinado que puede utilizarse en cables eléctricos.
¿Qué valor tiene la chatarra?
En pocas palabras, la chatarra es la combinación de residuos metálicos, material metálico y cualquier producto que contenga metal susceptible de ser reciclado a partir de un consumo anterior o de la fabricación de un producto. Ya sean piezas de vehículos, suministros de construcción o materiales sobrantes de proyectos, la chatarra tiene un enorme valor monetario; tanto es así que la industria de reciclaje de metales del Reino Unido tiene un valor superior a los 5.600 millones de libras.
La chatarra puede proceder de usos comerciales y residenciales. Tanto si se trata de metales férreos como no férreos, su transformación en materia prima secundaria vital para la fundición de nuevos metales es absolutamente clave.
Esta chatarra tiene un alto valor en el mercado, por su capacidad de ser reutilizada una y otra vez. Por ejemplo, los electricistas pueden tener cables y equipos eléctricos, los fontaneros probablemente tengan tuberías de cobre y accesorios de latón usados, e incluso las empresas de construcción tendrán vigas y vigas de acero a las que, literalmente, se les podría dar una nueva vida.
Antes de reciclar cualquier metal, el primer paso importante es determinar si un metal es ferroso o no ferroso. Este proceso es muy sencillo y sólo requiere un imán común. Si el imán se pega al metal, se trata de un metal ferroso. Si el metal no se adhiere al imán, se trata de un metal no ferroso.