Historia del arte en Argentina
Andy Warhol fue uno de los artistas estadounidenses más influyentes del siglo XX y una de las figuras más importantes del Pop Art en los años 60. Si bien el surgimiento de este movimiento tiene sus bases una década antes en el Reino Unido, desarrolló mayor influencia y éxito en los Estados Unidos, siendo Warhol su referente más comercial que rápidamente globalizó la tendencia en todo el mundo, llegando también a América Latina.
El movimiento de arte popular (Pop Art) en Estados Unidos surgió en el contexto de la Guerra Fría, una época marcada también por el surgimiento de una nueva sociedad inspirada en el consumismo y los medios de comunicación de masas, especialmente la televisión, que estimulaba nuevos comportamientos individuales y colectivos. Frente a esto, el movimiento no fue más que un reflejo del zeitgeist de una década inspirada en la vida cotidiana y la cultura del consumo.
«Los temas, las formas y los medios del Pop Art no son más que un reflejo de los rasgos esenciales de los años sesenta. Entre ellos, por ejemplo, el culto a las estrellas de Hollywood (donde el espectador se convierte en un ser anónimo e insignificante), el dinero (que representa que todo tiene un precio, remedio universal contra las frustraciones), el nacionalismo, el consumismo en general: Las botellas de refresco, las cajetillas de cigarrillos o los envoltorios de los chicles son algunos de los objetos que se suelen representar», según la periodista Cintia Bourlot.
Argentina artes
28 de marzo de 2017 Eni Susak Marta Minujín es una artista de performance argentina, nacida en 1943 en Buenos Aires. Tras finalizar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y en la Escuela Superior de Bellas Artes, viajó a París para representar a Argentina en la Bienal de París. Regresó a París al recibir una beca para estudiar pintura con los Nouveaux réalistes, en 1963. Marta es una pionera del arte de la performance, el vídeo, los happenings y la escultura blanda. La abominación de Minujin hacia los objetos de arte coleccionables se sitúa como paradigma en su proceso de creación. Marta persigue una práctica irreverente para demostrar sus sentimientos sobre la noción de arte conservado, todo ello de forma muy pública. Por ello, Minujin utiliza materiales intrínsecamente efímeros, como el cartón, la comida o la tela, creando obras de arte a la vez frágiles y monumentales. En 1964, la artista realizó intervenciones temporales con animales vivos, y en 1975 hizo un Obelisco de Pan Dulce, que modela el monumento nacional en el material efímero. Merece la pena mencionar la instalación pública de Minujin, el Partenón de los Libros, realizada en 1983, después de que la instalación fuera desmontada, todos los libros fueron entregados al pueblo.
Arte famoso en Argentina
El número de junio de 1966 de la revista Arts Magazine anunciaba la llegada de la artista argentina Marta Minujín a la escena artística internacional como una «respuesta latina al pop». Este artículo trata de complicar la filiación de Minujín con el arte pop, argumentando que realizó esta identificación de forma estratégica, contraponiendo la estética pop a los happenings y al nouveau réalisme de una forma que provoca la comparación con las obras de sus contemporáneos argentinos.
Pop de cartón y nuevos realismosLas credenciales pop de Minujín podrían parecer inicialmente impecables. La propia artista ha descrito cómo, al final de su segunda estancia prolongada en París, entre 1962 y 1964, decidió ir a la Bienal de Venecia «sólo para ver lo que estaba pasando… estaba muy influenciada por el Pop, [Robert] Rauschenberg se llevó el premio».24 De vuelta de Venecia, Minujín pasó por Milán, donde «vi mi primera minifalda… azul claro con flores rosas, la compré, y cambió toda mi forma de ver el arte. Me convertí en una artista pop».25 En este relato, la minifalda tiene un significado cultural equivalente al de un Combinado de Rauschenberg. La identidad de un artista pop, para Minujín, era un papel que se podía representar vistiendo el traje adecuado, o más bien se hacía realidad a través de la actuación. Minujín empleó con determinación los significantes visuales de la moda de las mercancías para establecer su identidad artística en la escena internacional: «Fui a Buenos Aires… y gané el premio Di Tella [en 1964] y luego me fui a Nueva York y me convertí en una artista pop».26 El elemento performativo de la conversión damascena de Minujín al pop, reforzado por su identificación con obras como La Menesunda y El batacazo, necesita ser atendido cuidadosamente. Sirve como una narrativa útil que glosa los retos a los que se enfrentó Minujín como mujer artista de América Latina, pero también porque suprime la importancia del trabajo que Minujín había realizado hasta ese momento en Buenos Aires y París.27
Estilos de arte en Argentina
Marta Minujín nació en el barrio de San Telmo de Buenos Aires. Su padre era un médico judío y su madre un ama de casa de ascendencia española. Conoció a un joven economista, Juan Carlos Gómez Sabaini, y se casó con él en secreto en 1959; la pareja tuvo dos hijos. Como estudiante del Instituto Universitario Nacional de Arte, expuso por primera vez en 1959 en el Teatro Agón. Una beca de la Fundación Nacional de las Artes le permitió viajar a París como una de las jóvenes artistas argentinas presentadas en Pablo Curatella Manes y Treinta Argentinos de la Nueva Generación, una exposición de 1960 organizada por el destacado escultor y juez de la Bienal de París[7].
Durante su estancia en París, Minujín se inspiró en la obra experimental de los Nouveaux Realistes, y especialmente en su transformación del arte en vida. En respuesta a esta idea, Minujín organizó una exposición en 1962 durante la cual quemó públicamente sus cuadros[8] Su estancia en París también le inspiró para crear «esculturas habitables», en particular La Destrucción, en la que montó colchones a lo largo de la Impasse Roussin, para luego invitar a otros artistas de vanguardia de su entorno, como Christo y Paul-Armand Gette, a destruir la muestra. Esta creación de 1963 sería uno de sus primeros «Happenings», eventos como obras de arte en sí mismos; entre sus anfitriones durante su estancia se encontraba el Ministro de Finanzas Valéry Giscard d’Estaing (posteriormente Presidente de Francia)[9].