Cómo hacer que las toallas sean suaves en la lavadora frontal
Este artículo fue escrito por Rani Gorgis. Rani Gorgis es especialista en lavandería y limpieza y propietaria de Park Blvd Laundry & Dry Cleaners en San Diego, California. Con varios años de experiencia en el sector de la lavandería y la limpieza, Rani se especializa en limpieza en seco, lavado y doblado, lavado de camisas y mantenimiento de ropa dañada por el humo. Tiene una licenciatura en Contabilidad y un certificado de CPA.
Es la maldición de cualquiera que invierta en un juego de toallas bonitas: después de un uso repetido, acaban volviéndose tan ásperas y rígidas como el resto de las toallas del baño. Aunque puede resultar complicado devolver a las toallas su nivel de esponjosidad original, hay varios trucos que facilitan la tarea de devolver un poco de suavidad incluso a las toallas más desgastadas. Lo mejor de todo es que estos trucos son sencillos: todo lo que necesitas es tu material de lavandería habitual (además de algunos ingredientes domésticos comunes si quieres probar algunas soluciones fuera de lo común).
Este artículo ha sido redactado por Rani Gorgis. Rani Gorgis es especialista en lavandería y limpieza y propietaria de Park Blvd Laundry & Dry Cleaners en San Diego, California. Con varios años de experiencia en el sector de la lavandería y la limpieza, Rani se especializa en limpieza en seco, lavado y doblado, lavado de camisas y mantenimiento de ropa dañada por el humo. Tiene una licenciatura en Contabilidad y un certificado de CPA. Este artículo ha sido visto 180.967 veces.
Cómo hacer que las toallas vuelvan a ser esponjosas
3. Añade media taza de bicarbonato de sodio directamente a la coladaEl bicarbonato de sodio es un gran detergente natural y un imprescindible en el armario de la cocina. No es tóxico, hace maravillas para eliminar la grasa o las manchas (es ideal para limpiar los colchones) y puede ayudar a neutralizar los olores que puedan quedar en los tejidos. También es una buena opción si tienes la piel sensible o alguna alergia. Asegúrate de no confundir el bicarbonato de sodio con el bicarbonato de sodio», advierte Deyan. Puedes encontrar bicarbonato de sodio en cualquier supermercado. Añade media taza de bicarbonato directamente al tambor de la lavadora, espolvoreándolo sobre tus toallas, para mantenerlas limpias de forma natural. No añadas detergente para la ropa «4. Añade media taza de vinagre blanco al ciclo de aclaradoOtro gran producto multiuso para el hogar es el vinagre blanco, y además es muy barato.Deyan explica: Añade media taza de vinagre blanco, en lugar de suavizante, al ciclo de aclarado para deshacer cualquier residuo que pueda haber en las toallas. No te preocupes: a medida que las toallas se sequen, el olor a vinagre desaparecerá, dejando tus toallas con un olor fresco y limpio y una sensación de suavidad.’
Cómo mantener las toallas suaves en vinagre
A todos nos gusta tener una toalla suave y absorbente para envolvernos después de la ducha o el baño. La suavidad protege y alivia nuestra piel, y la absorbencia capta la humedad para que podamos vestirnos más rápidamente.
Por desgracia, incluso después de comprar las toallas más suaves y afelpadas que podamos encontrar (y permitirnos), pueden acabar sintiéndose rígidas y rasposas al cabo de unos meses. ¿Por qué? Todo tiene que ver con la forma de lavarlas y secarlas.
Todas las toallas acaban volviéndose rígidas y ásperas si la suciedad del cuerpo, los aceites corporales, los detergentes, los productos químicos y los minerales del agua dura se quedan en las fibras después del lavado. La mayoría de las veces, la suavidad puede ser devuelta a la toalla simplemente quitando la suciedad y siguiendo algunos pasos fáciles para ayudar a prevenir el problema en primer lugar.
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Toallas esponjosas vinagre y bicarbonato de sodio
Hay muchos tipos de toallas, desde las de microfibra hasta las gruesas de algodón para el spa. Las toallas ligeras son absorbentes, pero se secan rápido y son fáciles de cuidar, por lo que son ideales para la bolsa del gimnasio. Las toallas gruesas son más esponjosas y absorbentes, pero pueden tardar mucho más en secarse, así que mejor reservarlas para los invitados.
Todas las toallas tienen algo en común: un tejido con una pila de bucles largos y retorcidos hechos de fibras esponjosas. Estos bucles y la esponjosidad aumentan la superficie del tejido para que pueda absorber mucha agua. Las toallas se miden en gramos por metro cuadrado, o GSM, que indica la densidad de esas fibras; alrededor de 350 GSM es el peso ligero, y 600-900 GSM es el más pesado. Un peso más elevado será más absorbente y más voluminoso.
Como ocurre con todos los productos textiles, si compras toallas de alta calidad, te durarán más tiempo y se mantendrán en perfectas condiciones. La mejor manera de juzgar la calidad es palpar la toalla: hay que elegir una que sea densa al tacto y con bordes limpios y bien cosidos, lo que es un buen indicador de un alto nivel. La calidad de una toalla no puede medirse por su suavidad, ya que a veces se le aplica un revestimiento especial durante la fabricación que se desgasta después de unos cuantos lavados.