Reformas de la gestión de las finanzas públicas en Filipinas
En el caso de los gobiernos, la presupuestación basada en el rendimiento utiliza pruebas para maximizar la asignación de fondos a los programas que funcionan y alejarlos de los que no lo hacen. La presupuestación basada en el rendimiento no pretende castigar o recompensar a los departamentos u organismos, sino centrarse en el progreso hacia objetivos mensurables durante el proceso presupuestario. Este enfoque permite a las ciudades realizar y justificar cambios presupuestarios que satisfagan las necesidades de la comunidad y promuevan las prioridades de toda la ciudad, en lugar de limitarse a mantener el statu quo.
Lo que GovEx denomina presupuestación basada en el rendimiento se conoce con diversos nombres: presupuestación basada en los resultados, presupuestación basada en los resultados o presupuestación basada en las prioridades. Todos estos términos indican un enfoque en el aumento del uso de datos y pruebas para mejorar la asignación de recursos y lograr los objetivos programáticos y comunitarios. Esta guía utiliza la presupuestación basada en los resultados en aras de la claridad y la coherencia.
Las ciudades con sistemas de gestión del rendimiento establecidos están bien posicionadas para asumir la presupuestación basada en el rendimiento. Las ciudades pueden incorporar la presupuestación basada en el rendimiento a los programas de gestión del rendimiento existentes, vinculando las solicitudes presupuestarias a sus objetivos de rendimiento declarados públicamente para alinear realmente los recursos con los resultados. Las directrices no pretenden sustituir el proceso presupuestario de una ciudad, sino que se proponen como componentes que pueden integrarse en el proceso presupuestario para alinear más estrechamente la presupuestación con las prioridades y objetivos de la ciudad.
Significado de la reforma presupuestaria
El proceso presupuestario es un componente esencial de los sistemas de control de la gestión, ya que proporciona un sistema de planificación, coordinación y control para la dirección. Sin embargo, suele ser un proceso arduo y a menudo infunde temor en los corazones de quienes participan en la preparación del presupuesto.
En el sector público, el proceso presupuestario puede ser aún más difícil, ya que los objetivos de la organización son más difíciles de definir de forma cuantificable que los de una empresa privada. Por ejemplo, los objetivos de una empresa privada pueden ser maximizar el beneficio. La consecución de este objetivo puede establecerse en el presupuesto apuntando a un aumento porcentual de las ventas y quizás a la reducción de diversos costes. Si, por el contrario, se elabora un presupuesto para una organización del sector público, como un hospital, los objetivos pueden ser en gran medida cualitativos, como garantizar que todos los pacientes externos reciban una cita en un plazo de ocho semanas desde que son remitidos al hospital. Esto es difícil de definir de forma cuantificable, y aún más difícil es definir cómo se consigue realmente.
Principios de presupuestación en el gobierno
El Comité Mixto Especializado en la Reforma del Proceso Presupuestario y de Asignaciones (JSC) tiene la oportunidad de introducir importantes mejoras en el proceso presupuestario, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de problemas que plantea el uso del proceso actual. Estos problemas incluyen:
A través del proceso presupuestario y de apropiaciones, los legisladores deben establecer prioridades nacionales que reflejen sus necesidades y valores. Los presupuestos deben tomarse en serio; son una parte integral del gobierno. Los legisladores deben ceñirse a sus presupuestos lo más posible. Ninguna empresa de éxito se plantearía funcionar sin un presupuesto cuidadosamente diseñado. Nuestro país tampoco debería hacerlo.
Las recomendaciones que figuran a continuación no son exhaustivas, ni esperamos que la Comisión de Control Presupuestario las adopte todas. Más bien pretenden ofrecer un menú de ideas para mejorar el proceso presupuestario en general. (Para más ideas y detalles, véase nuestra Iniciativa para un mejor proceso presupuestario).
En la actualidad, el proceso presupuestario rara vez da lugar a la aprobación de una resolución presupuestaria antes del plazo legal. Este fracaso retrasa el proceso de asignaciones y contribuye a la dependencia de las resoluciones continuas (CR) y omnibuses, así como al ocasional cierre del gobierno.
Cuál es la respuesta de la reforma de la gestión financiera
ResumenLa alfabetización presupuestaria se define como «la capacidad de leer, descifrar y comprender los presupuestos públicos para permitir y mejorar la participación significativa de los ciudadanos en el proceso presupuestario». Se compone de dos partes principales: (i) una comprensión técnica de los presupuestos públicos, incluida la familiaridad con el gasto gubernamental, los tipos impositivos y la deuda pública y; (ii) la capacidad de participar en el proceso presupuestario, que comprende el conocimiento práctico de las cuestiones cotidianas, así como una comprensión elemental de las implicaciones económicas, sociales y políticas de las políticas presupuestarias, de las partes interesadas y de cuándo y cómo realizar aportaciones durante el ciclo presupuestario anual.
Dado que hasta la fecha no se han establecido normas o directrices internacionales para la educación presupuestaria, este libro trata de colmar esta laguna haciendo un balance de las iniciativas ilustrativas que promueven la alfabetización presupuestaria de los jóvenes en determinados países. La presunción subyacente es que cuando los actores de la oferta en el proceso presupuestario -los gobiernos- simplifican y difunden la información presupuestaria para los actores de la demanda -los ciudadanos-.